La historia se marca en la sangre menorquina
Un estudio genético revela que el ADN de los menorquines coincide en un 21,5 por ciento con el de los norteafricanos
LAURA P. SALES
La presencia musulmana en Menorca no sólo nos dejó leyendas, influencias en el lenguaje y restos arquitectónicos. Su paso nos ha quedado grabado en la sangre. Así lo revela un estudio genético que muestra como el ADN de los menorquines coincide en un 21,5% con el de los norteafricanos.
Se trata de una de las coincidencias más altas de toda la Península Ibérica, solamente superada en dos décimas por la parte más occidental de Castilla León, donde fueron a parar muchos musulmanes expulsados de Andalucía durante la Reconquista.
El estudio El legado genético de la diversidad e intolerancia religiosa: linajes paternos de cristianos, judíos y musulmanes en la Península Ibérica fue realizado conjuntamente por científicos de la universidad de Leicester y de la Pompeu Fabra de Barcelona y salió publicado en diciembre en The American Journal of Human Genetics.
Los investigadores han demostrado que las migraciones e invasiones más recientes han causado profundos efectos en el panorama genético actual. Para ello han tomado muestras de ADN de 1.140 hombres españoles y portugueses, 37 de los cuales son menorquines.
Tomando como referencia el perfil de los vascos, la comunidad ibérica más aislada históricamente, estas muestras se han comparado con las poblaciones de Marruecos, Sáhara, Algeria y Túnez así como de judíos que viven en países donde emigraron los sefardíes cuando fueron expulsados de España.
El porcentaje de ADN norteafricano en Menorca dobla a la media de España y Portugal, que se sitúa en el 10,6%. El resto de marcadores genéticos de los menorquines se corresponden con los ibéricos. Lo sorprendente, y así mismo lo destaca el estudio, es que la presencia de genes judíos sea en la Isla prácticamente nula, cuando en el resto la media es del 19,8%.
En el caso de la influencia judía, los investigadores reconocen que las proporciones pueden estar influenciadas por colonizaciones anteriores de la época del Neolítico o de invasiones griegas y fenicias.
«Este efecto puede ser particularmente importante en el caso de Eivissa, Mallorca y Menorca, ya que como islas son más susceptibles a la influencia de la inmigración. Por ejemplo, la historia recoge que Eivissa, que en nuestro estudio muestra una alta proporción de ancestros judíos sefardíes, tuvo una población judía insignificante comparado con sus vecinos pero allí sí hubo previamente una importante colonia fenicia. Por contra, en Menorca sí hubo una población judía sustancial, pero aquí no aparece ascendencia genética», comentan los investigadores.
Cabe destacar que en Mallorca y Eivissa ocurre lo contrario que en Menorca. Sus genes norteafricanos apenas representan un 6,6 y un 3,8% respectivamente mientras que los judíos son un 21,5 y un 33%.
Los resultados a nivel general, que han roto tópicos puesto que la presencia musulmana se nota más en la parte occidental de la península y menos en la oriental exceptuando Menorca, reflejan movimientos forzados, un alto nivel de conversiones religiosas y la integración de los descendientes.
FUENTE: Diario Última Hora Menorca, versión digital, 4/01/2009
http://www.ultimahora.es/menorca/segunda-me.dba?-1+2013+459023
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada